La rueda de auxilio de todos los músicos
 
 

El término luthier proviene etimológicamente del francés.
En ese idioma luth quiere-decir laúd y a aquellos que fabrican los laúdes se los denomina luthier.  En nuestro país la palabra llegó a la popularidad en la década del 60, de la mano de un grupo que inventaba extraños instrumentos y mezclaba la música y el humor: Les Luthier.

Pero todos aquellos que se dedican a la música, inevitablemente, conocen la palabra, porque siempre que alguna rotura o desperfecto le ocurre a cualquier instrumento deben recurrir a los que se dedican exclusivamente a ello.  Por eso, desde que hubo instrumentos musicales hubo luthiers, y mientras la música exista, éstos seguirán siendo imprescindibles.  Algo muy antiguo y obvio, casi como el huevo y la gallina.

Guitarras artesanales

José Yacopi tiene 78 años, y hace casi 60 que se dedica a fabricar guitarras.  Hijo de un luthier, recuerda muy bien el día que hizo su primera. guitarra, casi sin darse cuenta, en el taller de su padre.  Este hombre de manos grandes pero delicadas desea que la tradición continúe de la mano de su hijo Femando, y que su apellido siga siendo sinónimo de buenas guitarras.


Tantos años de trabajo le valieron a este luthier un gran prestigio en todo el mundo.  Los pedidos particulares y de casas de instrumentos llegan de todas partes del planeta.  Nombres famosos de géneros tan disímiles como Narciso Yepes, Hugo del Carril, Eduardo Falú, Eric Clapton, Atahualpa Yupanqui, Cachorro López ("no me olvido más del nombre de ese grupo, Los Abuelos de la Nada", recuerda con una sonrisa), Cacho Tirao, Javier Torres y hasta el propio Carlos Menem, poseen una de las miles de guitarras que construyó en su larga carrera.

Todo nace en su taller de San Femando.  El trabajo es lento, dedicado y artesanal.  Para hacer una buena guitarra es necesario tener un buen modelo.  Es por eso que Yacopi realiza sus instrumentos basados en planos realizados por Antonio de Torres, un luthier español del siglo XVIII, quien diseñó -según sus propias palabras- la "guitarra perfecta". 

El segundo paso es la selección de materiales, es decir, los distintos tipos de madera.  En una guitarra de concierto se mezclan el pino, el cedro, el jacarandá y el ébano, que son importados de Aláska, India y Brasil.  Los distintos tipos de madera tienen un lugar determinado en el instrumento y son los responsables de lograr un sonido particular, con una resonancia cuasi-perfecta.

Una vez que la madera fue trabajada, doblada y tiene la forma necesaria, se unen y ensamblan las distintas partes para luego pulirlas y lijarlas.  Recién en esta instancia la guitarra tiene la forma  por todos conocida, luego, se, agregan los distintos adornos y se procede a lustrarla.  El último paso es colocar las clavijas y los puentes (donde se posan las cuerdas), qué aunque pueden ser de marfil, Yacopi los prefiere de hueso.

Luego de este largo proceso, el instrumento está listo para transmitir música.  Si bien la técnica es la misma, el material y los detalles hacen la diferencia entre los distintos tipos de guitarra.  Es por eso que los precios van desde los 390 pesos hasta los 1700.  Si bien en cualquier casa de música se pueden encontrar guitarras más baratas, las de José Yacopi son distintas por el hecho de tener un nombre y apellido que las diferencia de las demás.  Por eso dice:  "En una fábrica se pueden hacer 100 guitarras por día, pero es muy fácil de comprobar que son malas y baratas.  En esté mundo, salir de lo mediocre es destacarse.  Estas guitarras son -artesanías, producto de la manu alidad.  Es verdad que son un poco caras, pero son buenas.  Y ahí está la diferencia".

Fernando Lojo

Nota publicada en el diario LA PRENSA (Argentina) el 04/08/1995

Guitarras Clásicas de Concierto, José Yacopi - Luthier, Guitarras Criollas, Guitarras Españolas

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